Los beneficios de optar por sistemas de movilidad sostenible no se limitan a la reducción de emisiones de CO2.
Evidentemente es uno de los motivos principales. A día de hoy, minimizar la huella de carbono en el planeta ha dejado de ser una opción para ser una obligación.
Solo en la Unión Europea, el transporte es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2, de las cuales el 72% proviene del transporte por carretera.
Pero ¿te has planteado que también tu salud (tanto física como mental) y tu economía podrían beneficiarse si cambias tu manera de moverte en tu día a día? Y no es una tontería, para nada, diversas organizaciones y autoridades sanitarias avalan los beneficios para la salud de tener una vida más activa, como por ejemplo hace la OMS en este artículo.
En este post te vamos a presentar 5 formas sostenibles de moverte por la ciudad que además son beneficiosas para tu salud y bienestar.
¿Qué encontrarás en esta guía?
5 formas de moverse por la ciudad respetando el medioambiente
Moverte caminando
Hacer uso de nuestro medio de transporte “incorporado” no solo beneficia al planeta, también mejorarás tu salud en aspectos tan importantes como:
- El fortalecimiento de tus huesos y de tu sistema inmune.
- Mejorará tu sistema cardiovascular.
- Reducirá tus niveles de azúcar en sangre.
- Tendrás un sueño más reparador y mejor descanso.
Y no solo eso, tu humor también saldrá beneficiado. Piénsalo: caminando te ahorras el agobio de los atascos y de buscar aparcamiento cada día. Y encima tienes la oportunidad de que te dé el sol y el aire fresco.
Mientras caminas, disfrutas de tu entorno: parques, escaparates, gente… ¡vida!
Además, al elegir desplazarte caminando le haces un gran favor a tu bolsillo. Haz cuentas sobre el dinero que te ahorras en gasolina, peajes, abonos de transporte, parking, etc.
Eso sí, es recomendable que, si optas por caminar, utilices un calzado adecuado que no sufran tus pies ni tu espalda.
Si en tu puesto de trabajo no puedes llevar calzado deportivo, no renuncies a ir andando: guarda tus zapatos de vestir en una bolsa y cámbiate cuando llegues.
Si la distancia hasta tu puesto de trabajo o estudio no es excesivamente larga, no te lo pienses y ¡ve caminando!
Desplazarte en bicicleta plegable
Si tus desplazamientos diarios son más bien largos y te llevaría demasiado tiempo hacerlos andando, o, si simplemente caminar no es lo tuyo, una bicicleta plegable podría ser una opción ideal para ti.
La primera ventaja que salta a la vista en comparación con una bici convencional, es que al ser plegable la puedes guardar en cualquier rincón y puedes meterla sin problemas en el transporte público. Tampoco tendrás que preocuparte por tener que dejarla aparcada en la calle cuando subas a la oficina, escuela, o donde sea.
Igual que caminar, pedalear conlleva muchos beneficios para tu salud: cuidas tu corazón, fortaleces las piernas, mejoras tu equilibrio, mantienes a raya la tensión y el azúcar, y un largo etcétera. Y al llevar más oxígeno a tu cerebro, tu estado emocional también mejora.
Y lo mejor es que… ¡Ir en bici es divertido!
Eso sí: ten en cuenta que debes moverte con mucho cuidado por la ciudad. Aunque cada día hay más carriles bici, lo cierto es que todavía hay conductores que no están lo suficientemente concienciados y no respetan lo que deberían a los ciclistas.
Comprate una E-bike
La particularidad de las e-bikes o bicicletas eléctricas, es que llevan un motor en la rueda trasera que ayuda a la pedalada.
Pero no pienses que se trata de un motor que te va a propulsar como si fuera una moto, nada de eso, tienes que pedalear para que funcione. Vamos, que haces ejercicio.
La diferencia con la bicicleta convencional es que con la e-bike puedes recurrir a la asistencia del motor para reducir el esfuerzo que tienes que hacer para conseguir que la bicicleta se mueva. Y aunque la asistencia se nota en todo, se agradece especialmente cuando tienes que subir cuestas pronunciadas durante tu trayecto.
En este tipo de bicicletas, la asistencia del motor suele ser regulable, de manera que puedes elegir tener más o menos ayuda para pedalear.
Eso sí, recuerda que dependerás de su batería: tienes que cargarla y, si se agota, al tratarse de bicis algo pesadas, te va a costar conducirla sin el motor en marcha.
La bici eléctrica es ideal para tus desplazamientos si quieres ejercitarte pero regulando tu nivel de esfuerzo, y además te ayudarán a no llegar a los sitios con la ropa sudada.
Unirte a la fiebre del patinete eléctrico
Cada vez más presente en nuestras ciudades, los patinetes eléctricos son la opción perfecta si hacer ejercicio no es lo tuyo, o si ya practicas otros deportes y no te apetece ejercitarte para hacer tus desplazamientos diarios.
Los patinetes eléctricos son ligeros y fáciles de transportar. Y además, te dan más libertad de movimientos que una bicicleta, al ser más pequeños y manejables.
Y si ir en bici es divertido, ir en patinete no se queda atrás. La sensación de velocidad y ligereza que ofrece es fantástica.
Pero no por ser divertidos son menos seguros. Están equipados con buenos frenos, ruedas neumáticas y sistemas de iluminación con los que podrás circular incluso por la noche.
Su autonomía te permitirá, en algunos casos, desplazarte durante 3 días sin preocuparte por cargar la batería. Pero ten en cuenta que necesitarás unas 5 horas para cargarla, así que planifica cuándo hacerlo para no quedarte sin patinete justo cuando lo necesites.
Tampoco deberás preocuparte por aparcar un patinete eléctrico, ya que la gran mayoría se pliegan fácilmente y podrás llevarlo contigo.
En resumen, elige el patinete eléctrico si quieres una opción de desplazamiento ligera, manejable, fácil de transportar y que no te exija realizar apenas esfuerzo.
Comprarte un ciclomotor eléctrico
¡Sí, igual que el coche, existe el ciclomotor eléctrico!
Si ya haces suficiente ejercicio, no dispones de mucho tiempo para desplazarte y/o tienes que recorrer una distancia más larga para llegar a tu destino diario, el ciclomotor eléctrico es tu opción.
Un ciclomotor eléctrico tipo scooter te va a permitir desplazarte por la ciudad de forma ágily limpia.
En cuanto a prestaciones, los eléctricos tienen prácticamente las mismas que los de gasolina, pero a diferencia de estos, apenas sufren averías, ya que su mecánica es mucho más sencilla y no tienen tantas partes susceptibles de estropearse. Por lo que te ahorrarás las visitas al taller.
El ahorro en combustible también merece la pena: mientras el precio medio de la gasolina durante 2020 fue de 1,144 €, el del kW/h fue de 0,113 €, algo que ya compensa la diferencia de precio entre ambos.
Además, son vehículos mucho más silenciosos y no desprenden molestos humos ni olores. Su autonomía va a variar mucho en función del modelo y puede oscilar entre los 60-120 km.
Pero claro, para poder conducir un ciclomotor eléctrico necesitas cumplir los mismos requisitos que para uno “tradicional”: sacarte la licencia de ciclomotor, seguro, llevar casco, etc.
Está claro que esta es la opción más cara de las que hemos visto, pero ya es cuestión de que valores lo que más te compensa en función de tus circunstancias.
Conclusión final
Como ves, las opciones para desplazarte de forma sostenible van desde la más natural hasta la más sofisticada.
Y no solo son opciones buenas para el planeta, sino para tu salud y tu bolsillo.
Escoger cuál es la ideal para ti será cuestión de valores:
- Tus preferencias en cuanto al ejercicio.
- La distancia a recorrer.
- Tu economía.
- El tiempo de que dispones para desplazarte.
Y si eliges alguno de los vehículos que te hemos presentado ten en cuenta esto: que no sean vehículos convencionales no significa que sean juguetes. Debes circular con ellos de forma responsable y con toda la precaución, por tu seguridad y la de los demás.